lunes, 31 de mayo de 2010

Dueños de medios y grupos de poder, la principal amenaza a la libertad de expresión

Dueños de medios y grupos de poder, la principal amenaza a la libertad de expresión, según periodistas ecuatorianos.


por ANDES/AR » 12:13 - 31 May 2010

Quito.- En tiempos donde la frase libertad de expresión parece estar de moda y en donde el mensaje predominante es que la mayor amenaza a dicho derecho universal proviene del Gobierno ecuatoriano, principalmente del presidente Rafael Correa, no deja de sorprender el resultado de un estudio realizado por el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal) basado en una encuesta telefónica realizada a 120 periodistas de radio, prensa y televisión.

El trabajo, que busca conocer la opinión de los comunicadores sobre el estado de las libertades de expresión y de prensa en el país y los factores sociales, económicos y políticos que inciden en ellas, revela que la percepción mayoritaria de los comunicadores del país (Costa, Sierra y Oriente) es que quienes afectan a la libertad de expresión son los propios dueños y directivos de los medios donde laboran, y los grupos de poder.

Curiosamente el estudio, publicado en el sitio web de Ciespal (www.ciespal.net.mediaciones) ha tenido una escasa, por no decir nula, divulgación por parte de la prensa (los grandes medios) en Ecuador.

La encuesta se aplicó a 120 periodistas que trabajan en prensa (diarios y revistas), radio y televisión del país; se realizó telefónicamente entre la última semana de agosto y las primeras de septiembre de 2008 y fue completamente anónima para garantizar la veracidad de las respuestas. La muestra se estableció de manera aleatoria y se buscó que sea heterogénea y refleje la realidad mediática diversa del país.

No es una muestra representativa, pero sí lo suficientemente variada como para establecer tendencias significativas. Para estructurarla se consideró de manera proporcional variables como medio (prensa, radio y televisión), sexo, edad, condición profesional o no de los periodistas, cobertura (local, regional y nacional) y región (costa, sierra y oriente).

Así, se expone que la mayor amenaza (intensidad 4 y 5) está en: grupos de poder 78%, dueños/directores de medios 32%, gobierno 31%, y anunciantes 17%.

El estudio registra también evidencias de autocensura, pues el 38% (en la TV es el 52% de los que trabajan en ella) afirma que por temor a perder su trabajo han tenido que sacrificar principios profesionales.

Desde otro punto de vista, el sector privado como principal amenaza a la libertad de prensa y de expresión aparece de manera más evidente. Así, referente a la pregunta “En el último año, ¿se ha abstenido alguna vez de publicar algo por presión de…?, las respuestas son elocuentes: por presión de los dueños/directores de medios 44%, de los grupos de poder 33%, de los anunciantes 21% y del gobierno 19%.

Para el 43% de los periodistas (el 50% en caso de la radio), los intereses económicos de los dueños de su respectivo medio están por encima de la libertad de expresión, y para el 35% (el 45% en la TV y el 40% de las mujeres), los intereses políticos de los dueños/directores de sus medios están por encima de esa libertad.

El trabajo publicado por Ciespal pone en evidencia que el 35% de los periodistas considera que el hecho de que el Estado tenga medios de comunicación NO contribuye a la libertad de prensa. Para estos periodistas, la pluralidad de medios y voces (incluyendo las del Estado) no sería parte esencial de esa libertad. Aún en el supuesto de que algún medio estatal sea altoparlante propagandístico del gobierno de turno, debería ser parte indispensable de esa pluralidad, señala.

Asimismo, muchas veces en los medios dominantes se calificó la incautación a los Isaías como un ataque a la libertad de prensa mientras se silenciaba el hecho de que en los medios vinculados habían listas negras, sus periodistas eran fuertemente controlados y eran utilizados para la defensa de intereses corporativos y vendettas personales de esa familia.

A tono con ese criterio, un 18% (casi uno de cada cinco periodistas) cree que esa incautación SÍ afecta a la libertad de prensa. Desde el punto de vista de Ciespal, ese criterio se ubicaría en una perspectiva que mira de manera recortada a la libertad de prensa y según la cual los medios tienen derechos más no obligaciones: cuando alguien les exige que cumplan con ellas, especialmente el Gobierno, es un ataque a esa libertad. /ARC

Autocensura, ética e intereses

por: rubendariobuitron, para usuario autorizado
30 may (1 día antes)


Autocensura, ética e intereses

A muchos sorprendió que la empresa de medios más importante de América Latina haya tomado una de las decisiones más polémicas de su historia: autocensurarse para no difundir noticias sobre un tema que mantiene en vilo a los mexicanos.
El público se enteró de la resolución en el programa noticioso de mayor popularidad en ese país, conducido por Joaquín López Doriga. López fue quien lo anunció.
Televisa, “por respeto a la familia de la víctima”, resolvió interrumpir la cobertura y seguimiento de las informaciones en torno a la desaparición del “Jefe Diego”, el político Diego Fernández de Cevallos, muy amigo de los dueños del canal y ex candidato presidencial.
Televisa arguyó que la decisión de no cubrir más el caso se debía a la necesidad de respetar la vida de Cevallos y aseguró que el silencio durará hasta el fin del caso.
Lo paradójico es que la empresa del poderoso magnate Emilio Azcárraga, que se ha caracterizado por vetar y censurar a quien no comparta sus puntos de vista o manera de entender las cosas, ha aplicado esa técnica en uno de los casos de mayor delicadeza y sensibilidad de la política mexicana.
Los críticos más severos han dicho que la decisión de Televisa no tiene ética ni transparencia.
Según ellos, a Televisa nunca le tembló el corazón cuando en busca de ‘rating’ en múltiples ocasiones ha escandalizado y conmocionado a México sin respetar a las víctimas de los escándalos.
Un articulista del diario El Universal afirma que “nada parece casual en el concierto del silencio. Y cuando muchos callan, el sentido común señala que el escándalo es grande”.
La decisión de Televisa es, en México, el primer acto de autocensura públicamente asumido en relación con un suceso que, hasta ahora, no ha sido definido por las autoridades como desaparición, secuestro o muerte.
Otros columnistas, más suspicaces, advierten que detrás del autosilenciamiento de Televisa está la disputa por el control del mercado de las telecomunicaciones en México.
El analista Jenaro Villamil asegura que en medio del anuncio de la autocensura subyace un claro favoritismo gubernamental hacia la empresa de Emilio Azcárraga Jean y sus compañías telefónicas filiales, Bestel y Nextel.
El plan -según Villamil- es concretar un gigantesco consorcio formado por Televisa, Telefónica y Megacable, con un ambicioso objetivo: obtener la licitación de fibra óptica y competir directamente contra Telcel y Telmex, los estandartes del multimillonario Carlos Slim.
Villamil lo dice en pocas palabras: Televisa hace negocio con el silencio.
El tema no es nuevo en el Ecuador. La censura y la autocensura han sido herramientas claves para sostener poderosos intereses económicos, políticos, comerciales y bancarios: basta recordar la manera en que los hermanos Roberto y William Isaías manejaban el arsenal de medios que tenían bajo su control.
Canales de televisión (en especial TC y Gamavisión), revistas, periódicos y radios se usaron en los últimos 20 años como arma para dar amplios espacios a quienes hacían de representantes, directos o indirectos, de los intereses de los hermanos Isaías.
Desde esa misma orilla se manejaron los espacios para atacar, denigrar, silenciar y estigmatizar a todas las voces críticas y cuestionadoras.
Diario El Telégrafo, el periódico más antiguo del Ecuador, también ha sido, trágicamente, una herramienta para silenciar o gritar los hechos y las opiniones según lo que, en su momento, favorecería o perjudicaba a los dueños del medio.
El ex banquero Fernando Aspiazu, que terminó en la cárcel luego de la quiebra del Banco del Progreso fue director y propietario del tradicional diario guayaquileño.
Y lo fue justamente cuando era el centro del reconocimiento social y de la admiración de muchos sectores ciudadanos por su generosidad y apoyo a la cultura, al deporte y al voluntariado.
La gente de Aspiazu manejó el periódico con ejes editoriales e intenciones muy parecidas a los del grupo Isaías.En sus páginas informativas y de opinión concedían o negaban espacios según los intereses de los negocios del ex banquero.
Con el advenimiento del Gobierno de Rafael Correa todos esos medios (tanto de los Isaías como los de Aspiazu) pasaron a manos del Régimen.
Y como si fuera un sino trágico (aunque, en realidad, lo que ahora se defiende es otro tipo de intereses), aquellos medios de comunicación que sirvieron a fines no santos ahora hacen lo mismo, pero al revés: silencian, se autocensuran o gritan los hechos y las opiniones según los objetivos oficiales.
¿Por qué la censura y la autocensura? El escritor y premio Nobel sudafricano J. M. Coetzee lo dice de manera contundente:
“El gesto punitivo de censurar o de autocensurar tiene su origen en la reacción de ofenderse. La fortaleza de ofenderse radica en no dudar de sí mismo. Su debilidad radica en no poder permitirse dudar de sí mismo”.

lunes, 24 de mayo de 2010

pecados de inequidad

rubendariobuitron
--------------------------------------------------------------------------------

23 May 10
pecados de inequidad
por rubendariobuitron. Escribir un Comentario
Categorías: Medios y politica
Fotografía de Igor Voloshin


Una de las luchas recurrentes de teóricos, catedráticos y estudiantes de comunicación en los años 80 era la inequidad informativa entre el norte y el sur.

Bajo el signo del teórico belga Armand Mattelart, la rebelión periodística de aquellos años apuntaba a lograr un “nuevo orden mundial de la comunicación”.

El pecado, según la tesis de los mattelarianos, era el control del poder económico planetario. Porque a partir de esa hegemonía, el norte imponía agendas, culturas, hábitos, estilos de vida, modas, ideologías, puntos de vista e, incluso, gobiernos y dictaduras.

Pero subvertir el orden mundial de la comunicación significaba un desafío gigantesco que sería muy difícil de alcanzar.

Porque alcanzar el equilibrio del flujo informativo entre el norte y el sur tenía no solo tenía como objetivo romper la verticalidad de la difusión de las ideas sino transformar la relación económica norte-sur, una meta muchísimo más compleja.

En lo específico, la construcción de una democracia mediática mundial urgía, entre otras cosas, que el norte conociera que el sur era mucho más que golpes de Estado, terremotos, catástrofes, epidemias y escenas bucólicas detenidas en el tiempo.

Tres décadas después, aunque el norte aún conserva su hegemonía económica y mediática, el sur ha alcanzado triunfos en su lucha por ser mirado como “el otro”. Lo peor de esta historia, sin embargo, aterriza en nosotros.

Pero luego de 30 años de intensa batalla informativa mundial para que el norte reconociera al sur como su prójimo y no como su súbdito, es paradójico que muchos medios y periodistas locales mantengamos casa adentro aquella inequidad mediática que tanto criticamos de afuera.

Porque si queremos cambiar las cosas debemos admitir que en el país también existen un norte y un sur informativos, un centro y una periferia noticiosas donde el uno es claramente hegemónico sobre la otra.

Así como Nueva York, Washington, Londres, París y Munich son puntos claves desde donde se emite al mundo el mayor porcentaje de noticias, obviamente con la visión de esos ejes de poder, Quito y Guayaquil hacen lo mismo al imponer sus percepciones sobre las del resto del país.

Los ciudadanos de Poaló, Riobamba, Pedernales, Zumbahua, Milagro y Calhuasing, entre muchas otras poblaciones, se convierten en receptores pasivos de la información de los centros noticiosos.

Y, como sucede en lo internacional, millones de ecuatorianos son vistos por los propios ecuatorianos desde una óptica sesgada por la mediocridad, el racismo, la falta de contexto, el escándalo, el sensacionalismo y la falta de respeto.

Seamos claros: ignorar que más allá de Quito y Guayaquil hay un país con valores, principios, esfuerzos, creatividad, alegría y dignidad es, también, un pecado de inequidad.

Fernando Macias, desde Portoviejo

lunes, mayo 24, 2010
Fernando Macias, desde Portoviejo
Sobre el Dialogo "El Municipio de Manta diseña el futuro", el periodista y escritor, Fernando Macias Pinargote, desde Portoviejo, comenta:



"Bueno tu artículo, Manta sabe a dónde va. Sin embargo, insisto en que la petroquímica es un invitado no deseado, un elemento que no tiene que ver con nuestra línea de desarrollo y que le va a hacer difìcil la vida a los mantenses y a los manabitas. Ya no la podemos detener, pero en mi caso -y creo en el tuyo- sabemos que el petróleo cumplió su ciclo energético y debe ser reemplazado, porque es imposible seguir conviviendo con un monstruo devorador de biosistemas, principal causante de las terribles situaciones que hoy afronta el planeta. Ni Estados Unidos, con todo su tecnología y poder, ha impedido el derramamiento de crudo frente al golfo de México, que ha arrasado con especies quizá como nunca en los últimos tiempos. El mundo tiene más o menos unos 30 años- mucho menos de lo que se preveía - para implementar el nuevo energético limpio que marque las pautas de la nueva civilización, en la que -ojalá- estén nuestros descendientes. En mi modesta opinión es el sol. El bioetanol no, porque provoca el monocultivo y la recesión productiva agrícola.

Existen países que están trabajando aceleradamente en la perfeccionamiento y abaratamiento de los paneles solares, para mover toda la maquinaria industrial, los automóviles y dar luz a miles de millones de hogares. . Nosotros no hacemos investigación energética, ni tenemos una política ambiental adecuada, y ese es uno de los puntos flacos del gobierno. No pensamos en el mañana, sólo en un efímero presente que nos obliga a levantar colosos tecnológicos que serán obsoletos en pocos años. Un abrazo.

Fernando Macias
fernandopiec@yahoo.com

Política, dinero y delincuencia. Autor David Gómez Salas

Política, dinero y delincuencia. Autor David Gómez Salas
Publicado el 18 de Mayo de 2010 por David Gómez Salas

“Los partidos políticos contribuyen a formar personas cínicas, transas y gandallas”, expresó un amigo y maestro en una reunión cuyo tema era “Liberalismo y Democracia”, organizada por ex alumnos de la UNAM.


Cínico es el que no siente vergüenza al mentir o al actuar mal. Es el que actúa con obscenidad descarada. Es el que miente deliberadamente sin pestañear.


Transa es el que hace trampa, el embustero, el que actúa contra una ley, y el que engaña para robar.


Gandalla es el que se aprovecha de cualquier situación para beneficiarse a expensas de otro. Es el que sin tener derecho ni razón se apropia, por el uso de la fuerza o por el temor de la víctima, de algo que no le corresponde. Es el que arrebata, despoja; y pisotea el trabajo, la dignidad y los derechos de los demás.


Lo anterior explica las causas de la pobreza, el crecimiento del narcotráfico, y el terrible funcionamiento del sistema financiero.


Se trata de una competencia sin límites, equivalente a la economía de mercado, donde todo se rige por la oferta y la demanda.


Un sistema donde se actúa sin restricciones para que el mercado muestre su “vitalidad”, donde todo queda en manos privadas para llevar a cabo la producción, comercialización, distribución, asignación, y control de bienes y servicios.


Donde todo acto económico: producción, salarios, precios e intercambios, se determinan sólo por la oferta y la demanda. Todas las decisiones económicas se toman por los agentes privados de la sociedad. Las empresas más poderosas económicamente cuentan con “planeación fiscal” para pagar muy pocos impuestos; y algunas empresas con menos recursos y ciudadanos que sobreviven, realizan amplia variedad de actividades y transacciones que no informan a las autoridades correspondientes.


En esta organización o mejor dicho desorganización social el sistema educativo carece de objetivos. Por eso en el pasado reciente se escucharon propuestas de capacitar a los mexicanos para que puedan ir a trabajar como jardineros a los Estados Unidos.


Otros opinan que las universidades solo deben producir profesionistas de acuerdo a los requerimientos de las empresas, olvidando sus objetivos superiores. En las Universidades el ser humano estudia para a ser científico, tecnólogo, profesionista, deportista, responsable y productivo. Para contribuir al bienestar de la sociedad.


En la Universidad y en general en la escuela, el alumno aprende a aprender; es decir, desarrolla habilidades para aprender más rápido, para analizar y resolver problemas de carácter social, técnico o científico. Imagine lector el enorme potencial que existe en nuestro país con más de cien millones de habitantes, a través de la educación y la investigación.


Con la educación se genera un ambiente de menor criminalidad. Todo el dinero que ahora está obligado a invertir el gobierno en movilizar el ejercito y armar la policía nunca será suficiente si seguimos una estrategia de combatir los efectos y no modificar las causas que lo provocan.


Crear poderosas estructuras de seguridad pública en un ambiente vulnerable, es fortalecer a la delincuencia pues eleva el costo de sus actividades y por lo consiguiente sus precios. Es fomentar la competitividad en la producción, comercialización y distribución de: productos, bienes y servicios ilegales. Es incrementar su valor agregado. Es propiciar que los delincuentes estudien constantemente y desarrollen mejores tecnologías para ser más eficientes.


Es mejor que el estudio y la investigación científica se desarrolle ampliamente en la parte sana de la sociedad.