miércoles, 28 de noviembre de 2012

BARCELONA SPORTING CLUB 1925

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Nace exactamente el día viernes primero de mayo de 1925, en casa del caballero catalán Don Eutimio Pérez muestra de perfecta integración jóvenes de "La Modelo", aquellos que se reunían alrededor de la Escuela Modelo "Nueve de Octubre No.3", en la calle Industrias entre las de “Concordia e Independencia” Actualmente “Eloy Calicuchima y Francisco de Marcos”.
 
 
 
Algunos españoles, especialmente catalanes (los Valentín Sala, Eutimio Pérez, Arturo y Juan Domenech, Rivadeneira, Gago Peré, March, Castells y Hermosilla, entre otros) y un uruguayo, Moggia. Aquellos jóvenes eran Carlos García Ríos, Arturo Calderón Tomalá, Guillermo de la Cuadra, Alberto Pombar Castillo, Luis Rodríguez, Rubén Letamendi, Carlos García Vergara, Victor Manuel Olvera, Rigoberto Aguirre Coello, Carlos Suárez, José Salem Dibo.
 
 
 
También se menciona a otros de origen italiano como los Bruno, Vicenzinni, Cassinelli, entre otros. Al inaugurar su nuevo hogar, Don Eutimio Pérez puso el marco perfecto para el nacimiento de la institución deportiva más importante que tiene el país. Allí en “Industrias” y la actual “Bolivia”, dio sus primeros vagidos el Barcelona Sporting Club.



Su primer directorio estuvo constituido por un Presidente Honorario, Don Onofre Castells (otra versión dice que fue don Eutimio Pérez); Vicepresidente Honorario, Valentía Sala; Presidente efectivo, Carlos García; Vicepresidente efectivo, Carlos García Vergara; Secretario, Víctor Manuel Olvera; Tesorero, Guillermo de la Cuadra; Pro-Tesorero, Rigoberto Aguirre Coello; Pro-Secretario, Rubén Dario Letamendi; Síndico, doctor José Miguel García Moreno; Médico, doctor Antonio Pons; vocales, Carlos Rites, Galo Pombar, Bolívar Guzmán, José Salem Dibo, Arturo Calderón, Alberto Pombar, Luis Rodríguez y Carlos Suárez.
 

 

 Su afiliación a la Federación Deportiva del Guayas se produjo el primero de junio de 1925, contando con 240 socios que cotizaban 50 centavos por inscripción cada uno. Su primer partido lo disputó el día 15 de junio de 1925, ante el “C.S. Ayacucho” que lo derrotó por 1-0, solamente gracias a la extraordinaria actuación de su portero León Franco, que hizo atajadas sensacionales, ese día el equipo actuó con unas camisetas negras de mangas largas, con cuello blanco, a las que la señorita Tomalá, amiga de los 'Muchachos de La Modelo", les bordó unos escudos muy similares a los del F.C. Barcelona de España, para que fueran menos fúnebres.
 

 

Para terminar este sucinto relato de los tiempos heroicos del club más popular del Ecuador, debe decirse que por ser de Catalunya esos caballeros españoles que participaron de una u otra forma en el nacimiento del Ídolo; y, especialmente por la admiración que había por el famoso arquero Ricardo "El Divino" Zamora, que jugaba en el Barcelona de España, se adoptó ese nombre que sería el de la institución más gloriosa del deporte ecuatoriano en todos los tiempos.
 


 El primer equipo barcelonés estuvo compuesto por Rigoberto Aguirre en el arco; Carlos Sangster y Joaquín Franco en la zaga; Bolívar Guzmán, Manuel Murillo Moya y Rafael Viteri u Otón Márquez de la Plata en la media; Gonzalo Zevallos, José Moría, Joaquín Pacheco y Julio Criollo, que generalmente alineaban como titulares.
 
 


Este equipo inicialmente jugó en la Serie B de la “Fede Guayas”, en la dominada Primera Categoría. Descendió a la C en 1933, habiendo retornado a la B en 1935. Estuvo en la Serie A en 1926, cuando se aumentó el número de equipos en ésta, por lo que los mejores situados de la inmediata inferior subieron automáticamente.
 

 

 Eran los tiempos en que junto a las canchas auxiliares del antiguo “Estadio Guayaquil”, las hinchadas presionaban directamente a los protagonistas y se armaban verdaderas batallas campales en las que había que defender con los puños el resultado. 



De esa época heroica en que había que saber jugar, pero también pelear, destaca nítidamente el centro half Manuel Murillo Moya, el famoso "Gallo Ronco", que era el líder de la muchachada que por entonces ya, desde 1926, vestía los colores oro y grana. 



 Durante la presidencia de Don Manuel Díaz Granados, Victoriano Arteaga Marintinetti y Wilfrido Rumbea, es que, con la colaboración de un formidable jugador: Roberto Espíndola Coronel, también brillante directivo, se va progresando y finalmente logra llegar, recién en 1944, a la serie privilegiada de la Federación Deportiva del Guayas. Así termina la denominada "Etapa Heroica del Barcelona". 



 
LA ERA CHUCHUCA Y LA IDOLATRÍA 

 

 Es bajo la presidencia de Don Federico Muñoz Medina cuando Barcelona el formidable equipo que le daría la idolatría absoluta hasta nuestros días. 


 

Una serie de nombres que ya constaban en sus registros y otros llegados del equipo “ Panamá f.c.”, amalgaman un cuadro superior que, de la mano de un hombre llegado desde la provincia de El Oro, se mete en el alma de nuestro pueblo y hace que primero se grite su mágico apellido y después se vitoree a Barcelona: Sigifredo Chuchuca es el talismán, la mágica llave que abre el corazón de la masa con sus demostraciones de calidad y guapeza insuperables frente a los más linajudos equipos internacionales que visitaban el puerto principal.
 


 Las maravillosas epopeyas contra los cuadros barranquilleros en la primera salida internacional de los toreros, cuando regresan invictos de Colombia y durante la gira Chuchuca se levanta de la cama para ir a jugar al "Romelio Martínez", con casi 40 grados de fiebre; sus impactos en las redes de los equipos de Aucas, Emelec, Alianza Lima y Magallanes, durante el “Torneo del Pacifico”; y, el ya mítico triunfo frente a Millonarios de Bogotá, entonces reconocido mundialmente como el mejor equipo del planeta, con una constelación de cracks sin paralelo, lo hacen lo que es: Ídolo. 
 

 

Para ese equipo, por esa victoria, se escribe la primera canción populachera relativa al fútbol. Es una guaracha que interpreta la orquesta “Costa Rica Swing Boys” y que dice: "...Me van a matar de un pelotazo, me van a matar de un sólo bolazo, por doquiera que yo voy sólo me hablan del fútbol, que Barcelona ganó, mi Millonarios perdió, que cuántos goles metió? que hasta Cantos la metió la metió, que Chuchuca…" y así por el estilo.
 

 

Por esos días se populariza un tango que tenía por título "La No. 5" y en él se cuenta la historia de un futbolista enfermo y se incluye parte de la narración del Barcelona 3 Millonarios 2, en el cada día más añorada voz del gran relator Ecuador Martínez Collazo.
 
EL EQUIPO 


Ese equipo que hasta hoy todo buen barcelonés recita de memoria y casi sin tomar respiración, lo componían Enrique Romo o Jorge Delgado; Carlos Sánchez "El Pibe" y Juan Benítez; Galo Solís, Jorge Cantos o Heráclides Marín y Fausto Montalván, José Jiménez o Manuel Rodríguez "El Mocho", Enrique Cantos, Sigifredo Chuchuca, José Vargas "Pelusa" y Guido Andrade. ¡Para qué más! 

 


Fue ése el equipo que le dio su primer título de campeón, al ganar el campeonato de Guayaquil de 1950, el último de la época amateur, puesto que a fines de ese año nació la Asociación de Fútbol del Guayas, el organismo que instituyó el balompié profesional en nuestro medio. 



 


La "Era Chuchuca" dura hasta 1957, cuando juega sus últimos partidos con la camisa de seda amarilla y roja que él hizo bandera y la colocó para siempre al tope de nuestro balompié. 



Es ya al dar sus últimos pasos con la blusa popular que junto a los nuevos cracks como Clímaco y Simón Cañarte, Luciano Macías, Pablo Ansaldo, Miguel Estévez, Carlos Alume, Gonzalo Salcedo, Luis Jurado, Camilo Andrade, deja como recuerdo su último gran título, el primero de Barcelona en el profesionialismo.




Fue en 1955, cuando bajo la dirección de Eduardo Spandre, con un pIantel que juntaba veteranía y juventud en cuota exactas, en durísimo encuentro final contra “Emelec”, al que derrota 3-2, se prodroclama campeón de Guayaquil con una alineación que tenía a Pablo Ansaldo; Luis Jurado, Carlos Sánchez y Luciano Macías; César Solórzano y Carlos Alume; Gonzalo Salcedo, Enrique Cantos, Sigifredo Chuchuca, José Vargas o Simón Cañarte y Clímaco Cañarte, que derrochaba clase y bravura. En ella aparecía tomando la posta el que sería el nuevo ídolo y símbolo amarillo y rojo por décadas, el gran Luciano Macías Argenzio, capitán de capitanes de la barca popular. 



Barcelona había tenido dos conductores desde la posición de director técnico en 1950, Jorge Muñoz Medina y el gran argentino Gregorio Esperón, ahora era otro rioplatense de corazón, ya que nació en Italia, Eduardo "Tano" Spandre, quien lo conducía a otra corona. Pero sus jugadores eran todos nacionales.





Ese era su Orgullo. Esta etapa terminaría con la llegada de los técnicos y jugadores brasileños y la introducción en el mundo de las tácticas a las que identificaban con números caprichosamente dispuestos: 4-2-4 o 4-3-3.




Fuente: WEB: BARCELONA




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